domingo, 15 de abril de 2012

Leyenda la flor de Amancay

Imagen por Viviana Agosti
“Quien da una flor de amancay está ofrendando su corazón”, decían los indios vuriloches. Y a quien preguntara el porqué de esa creencia le contaban esta leyenda:
La tribu vivía cerca de Ten-Ten Mahuida, que hoy se conoce como cerro Tronador.
En aquel entonces, el hijo del cacique era un joven llamado Quintral. No había muchacha en la región que no suspirara al mencionar sus actos de valentía, su físico vigoroso, su voz seductora. Pero a Quintral no le interesaban los halagos femeninos. Él amaba a una joven humilde llamada Amancay, aunque estaba convencido de que su padre jamás lo dejaría desposarla. Lo que el joven guerrero no imaginaba, es que Amancay también sentía por él un profundo amor, y no se animaba a decirlo porque pensaba que su pobreza la hacía indigna de un príncipe. Tanto amor inconfesado encontraría pronto una dura prueba.
Sin aviso, se declaró en la tribu una epidemia de fiebre. Quienes caían víctimas de la enfermedad deliraban hasta la muerte, y nadie sabía cómo curarla. Los que permanecían sanos pensaban que se trataba de malos espíritus y comenzaron a alejarse de la aldea.
En pocos días, Quintral también cayó. El cacique, que velaba junto a su hijo despreciando el peligro del contagio, lo escuchó murmurar, en pleno delirio, un nombre: “Amancay…”
No le llevó mucho averiguar quién era, y saber del amor secreto que sentían el uno por el otro.
Decidido a buscar para su hijo cualquier cosa que le devolviera la salud, mandó a sus guerreros a traerla.
Pero Amancay ya no estaba en su casa. Se hallaba trepando penosamente el Ten-Ten Mahuida. La “machi”, la hechicera del pueblo, le había dicho que el único remedio capaz de bajar esa fiebre era una infusión, hecha con una flor amarilla que crecía solitaria en lo alto de la montaña.
Lastimándose manos y rodillas, Amancay alcanzó finalmente la cumbre y vio la flor abierta al sol.
Apenas la arrancó, una sombra enorme cubrió el suelo. Levantó los ojos y vio un gran cóndor, que se posó junto a ella levantando un viento terrible a cada golpe de sus alas. El ave le dijo con voz atronadora que él era el guardián de las cumbres y la acusó de tomar algo que pertenecía a los dioses.
Aterrada, Amancay le contó llorando lo que sucedía abajo, en el valle, donde Quintral agonizaba, y que aquella flor era su única esperanza.
El cóndor le dijo que la cura llegaría a Quintral sólo si ella accedía a entregar su propio corazón. Amancay aceptó, porque no imaginaba un mundo donde Quintral no estuviera, y si tenía que entregar su vida a cambio, no le importaba. Dejó que el cóndor la envolviera en sus alas y le arrancara el corazón con el pico. En un suspiro donde se le iba la vida, Amancay pronunció el nombre de Quintral.
El cóndor tomó el corazón y la flor entre sus garras y se elevó, volando sobre el viento hasta la morada de los dioses. Mientras volaba, la sangre que goteaba no sólo manchó la flor sino que cayó sobre los valles y montañas. El cóndor pidió a los dioses la cura de aquella enfermedad, y que los hombres siempre recordaran el sacrificio de Amancay.
La “machi”, que aguardaba en su choza el regreso de la joven, mirando cada tanto hacia la montaña, supo que algo milagroso había pasado. Porque en un momento, las cumbres y valles se cubrieron de pequeñas flores amarillas moteadas de rojo. En cada gota de sangre de Amancay nacía una pequeña planta, la misma que antes crecía solamente en la cumbre del Ten-Ten.
La hechicera salió al exterior, mirando con ojos asombrados el vuelo de un cóndor gigantesco, allá en lo alto.Y supo que los vuriloches tenían su cura. Por eso, cuando los guerreros llegaron en busca de Amancay, les entregó un puñado de flores como única respuesta.

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19 de Febrero de 1947 – Nace Jorge Luis Marziali, en la Ciudad de Mendoza. Cantautor.En 1972 editó -en Mendoza- una placa con cuatro obras en, mientras estudiaba Ciencias dela Comunicación. Fue redactor de la agencia "Clarín" en aquella ciudad y de "El diario", publicación dirigida por Jacobo Tímerman.En 1976 se radicó en Buenos Aires y se desempeñó en el área de Educación de "Clarín", al tiempo de dirigir una página sobre música popular en el mismo medio gráfico.En 1983 edita su primer disco bajo el título de "Como un gran viento que sopla". Sus obras "Este Manuel que yo canto" (dedicada a Manuel Castilla) y "Coplas de la libertad (con versos de Daniel Garibaldi) calaron hondo en el gusto popular. Conduce, al mismo tiempo, un programa sobre música popular en Radio Belgrano.En 1986 edita "Marziali cerca nuestro" y se consagra como trovador con dos obras fundamentales: "Los obreros de Morón y Cebollita y huevo".En 1989 aparece "Marziali de diario", con portada de Hermenegildo Sábat y presentación de María Elena Walsh. Su obra "Yo elijo criollos" se convierte en un clásico del cancionero nacional.Viaja por el país con sus canciones ofreciendo recitales y charlas en diversas Universidades y Centros Culturales.En 1997 gana con "El niño de la estrella", el primer premio (rubro canción) en el concurso "30 años de la muerte del Che Guevara", organizado por la FUA y la Comisión permanente de apoyo a Cuba.En 1998 viaja a La Habana, ofreciendo sus canciones en plazas y recintos culturales de la capital cubana.Ese mismo año es declarado "Maestro del alma" por la Secretaría de Cultura dela Ciudad de Buenos Aires. Edita "¿Y por qué?", un disco con canciones infantiles.En 1999 aparece "Miradas", álbum en el que se destacan obras como "El hombre pollo" y la citada "El niño de la estrella"En el 2004 aparece "Padentrano", disco en el que hace un rescate de varios de los compositores fundamentales de canciones de raíz criolla, como Hilario Cuadros, Chabuca Granda, Zitarrosa, Buenaventura Luna y Tejada Gómez, entre otros.En setiembre de 2007 aparece "San Lagente", álbum con temáticas y ritmos urbanos. Se destacan allí "Cuando Perón era Cangallo", "Así hablaba Don Jauretche" y una nueva versión de "Los obreros de Morón" con la participación de Alfredo Ábalos.En setiembre de 2010 aparece su primer libro de poemas, bajo el título de "El amor en otro sitio". Se encuentra en imprenta "Elogio del estar despierto".Fallecio el 9 de Julio de 2017.Obras: Aquí me gusta la vida (con Humberto Cosentino) – Canción al oído de una muchacha (de Antonio Esteban Agüero) – Cebollita y huevo – Chamarrita pa repartir – Como un gran viento que sopla (con Diógenes Garibaldi) – Cristo de la quebrada – Decimas del tiempo (con Diógenes Garibaldi) – El Cuchi musiqueador – El niño de la estrella – Elogio de la ternura – Este Manuel que yo canto – Florecer de la nostalgia (con Eugenio Inchausti) – La de Kayhan (con Juan Falú) – La Sixto Violín (con Raúl Carnota) – Los obreros de Morón – Mendoza esta – Milonga del hambre (Con Alberto Suarez) – Para tenerte cerca – Tonada de luz (con Carmen Guzmán) – Y sueño una farolera – Yo soy Juan (con Juan Falú), entre otras.